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Tarta de Santiago: Un clásico gallego con un toque personal

La Tarta de Santiago, un postre típico de la gastronomía gallega, conquista paladares con su sabor intenso a almendra y su textura húmeda y esponjosa. Pero más allá de la receta tradicional, hoy te invito a explorar nuevas dimensiones de este clásico con consejos atrevidos, originales y un toque polémico.

Tarta de Santiago: Un clásico gallego con un toque personal

Ingredientes básicos:

  • 250 g de almendras molidas
  • 250 g de azúcar
  • 5 huevos
  • Ralladura de limón
  • Canela en polvo (opcional)
  • Azúcar glas para decorar

Preparación:

  1. Precalentar el horno a 180°C. Engrasar y enharinar un molde desmontable de 20-22 cm de diámetro.
  2. En un bol grande, mezclar la almendra molida, el azúcar y la ralladura de limón. Si deseas un toque más especiado, agrega una pizca de canela en polvo.
  3. Incorporar los huevos uno a uno, batiendo enérgicamente después de cada adición hasta obtener una masa homogénea. No te preocupes si la mezcla queda un poco espesa, ¡así debe ser!
  4. Verter la masa en el molde preparado y alisar la superficie.
  5. Hornear durante 30-35 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
  6. Dejar enfriar la tarta completamente en el molde antes de desmoldarla.
  7. Espolvorear con azúcar glas y decorar al gusto. Puedes usar una plantilla con la forma de la cruz de Santiago para un toque tradicional, o dejar volar tu creatividad con diseños originales.

Consejos para un resultado espectacular:

  • Almendras de calidad: La clave del sabor reside en las almendras. Elige almendras frescas y de buena calidad, preferiblemente de la variedad Marcona. Si puedes, tuesta ligeramente las almendras antes de molerlas para intensificar su aroma.
  • Huevo a temperatura ambiente: Incorpora los huevos uno a uno a temperatura ambiente para que se integren mejor en la masa.
  • Batido vigoroso: No tengas miedo de batir la masa con energía. Cuanto más aire le incorpores, más esponjosa y ligera quedará la tarta.
  • Reposo en la nevera: Si dispones de tiempo, puedes refrigerar la masa durante 30 minutos antes de hornearla. Esto ayudará a que la tarta se mantenga húmeda y compacta.
  • Desmoldado perfecto: Para desmoldar la tarta sin problemas, pasa un cuchillo fino por el borde del molde antes de invertirla sobre una rejilla.

Un toque polémico:

¿Leche condensada? ¡No gracias! La receta tradicional no incluye leche condensada, pero algunos la añaden para obtener una textura más suave y un sabor más dulce. A mí personalmente, me gusta la versión original sin leche condensada, ya que resalta mejor el sabor puro de la almendra.

Utensilios de cocina imprescindibles:

  1. Molde desmontable: Un molde desmontable de 20-22 cm de diámetro es esencial para que la tarta se desmolde fácilmente sin romperse. 
  2. Batidora eléctrica: Una batidora eléctrica te ayudará a batir la masa con rapidez y facilidad, obteniendo una textura homogénea y aireada. 
  3. Tamizador: Tamizar la almendra molida antes de incorporarla a la masa te ayudará a eliminar grumos y obtener una textura más fina en la tarta. 

Conclusión:

La Tarta de Santiago es un postre delicioso y versátil que se puede adaptar a gustos y preferencias. No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes y técnicas para crear tu propia versión única. ¡Disfruta del proceso y sorprende a tus comensales con un sabor inolvidable!

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